Los jardines del Real Alcázar son el testimonio vivo de las épocas y las culturas en las que nuestra ciudad hunde sus profundas raíces. Durante siglos, el árbol de nuestra historia ha extendido sus ramas en este palacio milenario, transformando paso a paso sus huertas en suntuosos jardines donde reposa en la vegetal penumbra la memoria de Sevilla. Entre sus muros, los magnolios y limoneros esconden aquel sueño de Cernuda. Y las aguas quietas de sus fuentes guardan los versos que al-Mutamid y Rumaikiyya tejieran junto al Guadalquivir. En sus parterres florecen los colores de la boda imperial de Carlos I e Isabel de Portugal…

Sus noches perfuman el aire del jazmín y el arrayán, y la brisa tibia nos trae los anhelos de una ciudad pasada, para inspirarnos a sembrar de esperanzas nuestro presente. Y lo hace susurrando sonidos que no tienen edad, ni fronteras, porque hablan en el lenguaje primordial de la Música. El paseo se ve envuelto por el azul de una tarde que se apaga tras los rojos contornos de las palmeras, y el jardín de la Alcoba se transforma cada noche de verano en el escenario de la ciudad, de las músicas de todos los tiempos, de sus voces pasadas y presentes.

El Real Alcázar, como cada año, abre la puerta de sus jardines a los ciudadanos para sembrar de emoción y de música esa porción de Sevilla que está viva en cada uno de nosotros. Pero en esta edición Noches en los Jardines del Real Alcázar cumple quince años de vida, y queremos celebrar este acontecimiento agradeciendo el afecto, el interés y la fidelidad del público que nos han acompañado en este recorrido.

Gracias y bienvenidos.

D. Francisco Javier Landa Bercebal

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