PRÓLOGO | |
UNA HISTORIA NECESARIA Decir Cabalgata, en Sevilla, es en cierto modo como decir Semana Santa, Feria de Abril, Corpus,...; o como pronunciar el "santo" nombre de Triana, Seises, o Armaos. O sea, mentar una "institución" de las más "instituídas" en lo profundo del alma sevillana, aunque carezca de personalidad jurídica. Porque la Cabalgata como tal, es una actividad más del Ateneo, entre las muchas culturales que esta entidad realiza a lo largo del año. Sin embargo, se trata de la más popular de las obras ateneístas. A algunos sevillanos tal vez haya que explicarles que es el Ateneo, pero ninguno ignora lo que es la Cabalgata, así, sin apelativos.Todos intuyen, sin más, a los Reyes Magos en ilusionante embajada de alegría, paz y solidaridad. Valores efímeros, por un día, por horas apenas, como un caramelo que se disuelve en minutos, pero capaces de borrar diferencias de clases, de edad o de capacidades. Un pueblo entero unido, hecho un gran niño en una tarde-noche, a la vera de la Giralda iluminada de fantasías orientales, como crisol de cooperación cristiana sobrevenida al conjuro de tres Magos, testigos históricos de la Palabra encarnada. Dicen los investigadores que la historia se escribe pasado cierto tiempo desde su realización. Será verdad. Pero existen historias apremiantes, de U.C.I., de suma urgencia, siquiera sea para que el olvido no agote la pujanza de su vitalidad primera. Los Reyes Magos de Sevilla es un tema socialógico, antropológico, espiritual o humano que necesitaráa desde luego de profundas reflexiones y análisis científicos. |