| SEVILLA, ANTES DE 1918 | |
Como testimonio de lo que era en Sevilla la Noche de Reyes, antes de que aparecieran en nuestras calles las carrozas ateneístas, he aquí lo que decía en 1909 "El Noticiero Sevillano": "Precursora del día feliz para la gente menuda, transcurrió la noche de ayer, como todos los años con la mayor animación en las calles, en los bazares, en las confiterías y en los puestos de baratijas (...) Contribuyeron no poco a la animación aunque desentonándola escandalosamente, numerosas comparsas de chicos que, pertrechados de latas, cuernos y caracolas y de la consabida tradicional escalera, recorrieron las calles durante la noche (...) La bulliciosa animación duró hasta las primeras horas de la madrugada. A esas horas vimos unos niños para los cuales no hay día de Reyes, ni bazares, ni puestos de baratijas. Hacinados en una de las garitas del cuartel del Duque dormían (...) Y así pasó la noche de Reyes en la ciudad alegre, caritativa y culta". Alejandro Guichot cree encontrar un precedente de la Cabalgata de los Reyes Magos en la fiesta que en 1911 organizó el Consultorio de niños de pecho. "Allá, en el Prado de San Sebastián (...) se celebró una fiesta (...) en la hermosa caseta, adornada con tal objeto, que el Círculo de Labradores tiene instalada en la Feria. Con asistencia de autoridades, familias de la clase pudiente y otras de los niños beneficiados (...) se repartieron ropas y juguetes a los niños (...) por voluntad del iniciador de esta institución particular, el doctor D. Ciriaco Esteban. Fiesta aquella, muy agradable para los espectadores y muy alegre para los niños". Un año después, en enero de 1912, "Los Amigos del Arte" organizaron un festival en honor de los niños, inaugurando con ello sus tareas ese año. La fiesta se celebró en el Teatro Cervantes el día 5, a las tres de la tarde. La idea de atender a los niños pobres y abandonados de la ciudad este día tan señalado iba poco a poco calando en el alma de los sevillanos; pero, seguía faltando la chispa que prendiera con entusiasmo en el pueblo. Pero fue Madrid y no Sevilla, la primera en organizar una Cabalgata para repartir, en la noche del 5 de Enero, juguetes entre los niños pobres de la ciudad. Fue en 1915. "El Liberal" comunicaba la noticia a Sevilla: "Madrid 5. Reina gran animación en todas las calles de Madrid. Sus bazares aparecen repletos de juguetes. Ha desfilado una lucida cabalgata, organizada por el Centro de "Hijos de Madrid" para distribuir juguetes a los niños pobres. Figuraban los Reyes Magos y una carroza con la Estrella de Oriente, con luces de bengala (...) la excelente temperatura que esta noche hemos disfrutado ha sido causa de que se lance a la calle todo Madrid, con objeto de ver la Cabalgata. Esta iba precedida de la guardia municipal montada y de una banda de música. Una carroza representaba la Estrella del Norte, llevando dentro señoritas con bengalas encendidas. La estrella estaba formada por una artística combinación de bombillas eléctricas. Detrás iba la carroza de Navidad llena de juguetes. Marchaba rodeada de hombres con hachones encendidos". El autor de la Cabalgata sevillana, el que concibió la idea y la impulsó desde el principio fue José María Izquierdo. Así, al menos, lo han entendido los ateneístas, periodistas y gente de nuestra tierra. He aquí varios testimonios: "A la Sevilla de 1918 vinieron los Reyes Magos de Oriente en cuerpos reales (...) para repartir dulces y juguetes a los pobres niños acogidos (...) por obra y gracia del espíritu de José María Izquierdo Martínez, en el seno del Ateneo de Sevilla, el cual invitó a las familias sevillanas y llenó salones de adecuados donativos para las fiestas concebidas por el primer vicepresidente de aquel año" (Alejandro Guichot y sierra, en "Una pinacoteca sevillana"). "Hace años cróse en el centro cultural Ateneo esta simpática y altruista fiesta por iniciativa de aquella alma grande de "Jacinto Ilusión", José María Izquierdo. Esta idea hermosa, como de quien la creó fue secundada por el Ateneo que, como siempre, prestó su desinteresada colaboración en pro de los desvalidos y Sevilla entera acogió con verdadero entusiasmo el llevar a los niños pobres el juguete de la ilusión" (José Rico Cejudo, en "El Liberal", 22/12/1932). "La idea de la Cabalgata, nació en José María Izquierdo. El, que vivía prácticamente en el Ateneo, y con un corazón de poeta inmenso, laboró por ella con un interés inusitado. Aunque por mi condición de Presidente de la Sección de Bellas Artes, permanecía un poco alejado del grupo de la tertulia que dio forma a la idea, recuerdo que Modesto Cañal, Luis Moliní, Paco Bravo, Luis Izquierdo, su primo, Agustín Sánchez-Cid, Rodríguez Jaldón y otros, insistieron en el proyecto hasta cuajarlo en realidad" (Manuel Alonso Vicedo, en "ABC", 05/01/1967). Sin embargo, en una entrevista que Francisco Amores hizo a Javier Lasso de la Vega, en 1972, encontramos un dato diferente en apariencia: "Corrían los últimos días del año 1917, y encontrándome yo en la Calle de la Plata, observé a una niña pequeña que contemplaba los juguetes de los escaparates. Portaba yo una "guillopa" o muñeca de trapo. Se la regalé a aquel angelito, que apenas recibir el obsequio, salió corriendo como si la hubiera robado. Ese gesto de la niñita sin juguete me inspiró la idea de llevar los reyes a todos los pequeñines pobres en la fiesta de la Epifanía". (ABC, 25/11/1972). Según el entrevistado, él fue quien propuso la idea al Ateneo, si bien reconoce que la puesta en marcha se debió a Izquierdo. |