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La Catedral
Bajando las rampas de la
Giralda llegamos a la Catedral. Cuenta la tradición que los canónigos sevillanos viendo
la ruina de la antigua mezquita almohade donde se practicaba provisionalmente el culto
cristiano, decidieron levantar "una iglesia tal y tan buena que no haya otra igual y
que se considere y atienda a la grandeza y autoridad de Sevilla... Hagámosla tan grande
que nos tengan por locos" . Es el tercer templo más grande del mundo después de San
Pedro del Vaticano y San Pablo de Londres. La planta de la Catedral de Sevilla es la más
grande de Europa. La nave central -hay cinco- está cubierta por 70 bóvedas ojivales, que
obligan a mirar a un cielo bordado en piedra. Las bóvedas son de nervaduras,
cuatripartitas en las naves y sexpartitas en las capillas. Está sostenida por 40 pilares,
y se encuentran, en su punto más alto a 56 metros de altura.
A la entrada una amable azafata nos regala un plano de la Catedral para
que no nos perdamos durante la visita. Los grupos no entran por la Puerta del Perdón,
sino por la Puerta del Lagarto. Contratar los servicios de un guía es una buena manera de
no perderse nada de la Catedral . Su tarifa ronda las 5.000 pesetas.
La Catedral de Sevilla fue construida en 1401 sobre la antigua mezquita
almohade, de la que todavía se conservan restos en la Plaza de los Naranjos. La traza
general se atribuye a Alonso Martínez, aunque en su edificación intervinieron numerosos
maestros. Su puerta principal, la de la Asunción, no fue abierta hasta el pasado siglo
XIX y en dos etapas, la última hace apenas cien años.
Resulta obligado detenerse en el crucero, donde hay capillas muy
interesantes, entre las que destaca la Capilla Mayor, presidida por un espectacular
retablo dorado. Esta pieza cuenta con 20 metros de altura y posee infinidad de relieves
que fueron labardos por maestros españoles y flamencos entre 1482 y 1564. La figura más
importante de esta capilla es Santa María de la Sede, patrona de la Catedral. Es una
talla del XIII situada en el altar. El oratorio suele estar cerrado por una gran reja de
hierro forjado colocada en el XVI para proteger al retablo.
El Retablo del Altar Mayor es el más grande de España. Destacan las
más de 1.000 figuras esculpidas a mano que representan distintas escenas de las vida de
Cristo en las 45 hornacinas con las que cuenta. En cuanto a la cubierta de estilo gótico
que cubre el transepto, es observada desde el suelo a través de un espejo-lupa. En este
Altar Mayor fue donde se casó nuestra Infanta.
